S.Pellegrino es uno de los productos de procedencia italiana más conocidos y aclamados gracias a su inconfundible sabor y a su imagen, pero también gracias a su calidad, garantizada en la planta con competencia y pasión.
El proceso de embotellamiento tiene lugar en una de las plantas más complejas y avanzadas de Europa. En 1899, la Società Anonima delle Terme di San Pellegrino, propietaria del manantial termal epónimo, empezó a embotellar su agua con fines comerciales: había nacido el agua mineral natural S.Pellegrino. Solo 5 años después, en sus instalaciones ya se producían más de 50.000 botellas al día.